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Sinopsis

  «Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda» (Hebreos 4:16) Cuando aceptaste a Jesús como el Señor de tu vida, uno de los privilegios que obtuviste fue el derecho de acercarte al trono de Dios en cualquier momento que lo desees. ¡Piénsalo! Tienes el derecho de acercarte confiadamente a Dios y obtener lo que necesitas. Aunque eso es algo que la Biblia dice, la mayoría de las personas actúa como si no lo creyera. No se acercan con confianza al trono de la gracia. En lugar de eso, piensan: “Yo nunca podría ir donde Dios está. Me quedaré aquí, gritaré y tendré esperanza de que Él me oiga”. Yo solía hacer lo mismo. Recuerdo que cierto día estaba en oración, rogando, suplicando y bombardeando las puertas del cielo por un avivamiento. Después de haber pasado cierto tiempo suplicando, el Señor me dijo: ¿Qué estás haciendo? —Estoy bombardeando las puertas del cielo con oración, pidiendo por un avivamiento —le dije. —Ken