Sinopsis
Sermón de la Montaña, de San Agustín de Hipona, es una de las interpretaciones más célebres y profundas del discurso de Jesús recogido en los capítulos 5 al 7 del Evangelio de Mateo. Escrita entre los años 393 y 394, esta obra constituye una meditación teológica y moral sobre las Bienaventuranzas y los principios del Reino de Dios, vistos como el núcleo de la vida cristiana.
San Agustín aborda el texto evangélico con una mirada que combina rigor teológico, sensibilidad pastoral y profundidad espiritual. Para él, el Sermón de la Montaña no es simplemente un conjunto de preceptos éticos, sino una guía interior hacia la perfección del amor, que transforma el corazón humano. Cada bienaventuranza representa un paso en el camino de la purificación del alma, desde la humildad hasta la paz interior, culminando en la visión de Dios.
El autor interpreta las palabras de Cristo como una síntesis de toda la doctrina cristiana, donde la Ley Antigua se cumple y se eleva en el amor. El Sermón revela el espíritu de la Ley, no su letra: no se trata solo de cumplir mandamientos externos, sino de alcanzar la conversión interior. Así, San Agustín subraya que el cristiano verdadero no solo debe evitar el mal, sino ordenar sus afectos hacia el bien supremo, que es Dios.
La obra también destaca por su estructura ordenada y su claridad argumentativa. San Agustín analiza versículo por versículo, explicando el sentido espiritual de expresiones como "Bienaventurados los pobres de espíritu" o "Amad a vuestros enemigos". A través de esta exégesis, muestra cómo el sermón de Jesús es un retrato del alma transformada por la gracia y un modelo de vida para todo creyente.
San Agustín de Hipona (354–430) fue uno de los pensadores más influyentes del cristianismo y de la filosofía occidental. Obispo, teólogo y autor de obras fundamentales como Las Confesiones y La Ciudad de Dios, unió la herencia filosófica grecorromana con la fe cristiana, estableciendo las bases del pensamiento teológico medieval. En Sermón de la Montaña, su capacidad para unir razón y espiritualidad alcanza una expresión ejemplar: el texto no solo ilumina las palabras de Cristo, sino que invita al lector a vivirlas como camino de transformación interior y comunión con Dios.