Beisbol Orioles De Baltimore En Español

Si Dylan Cease viene hay que desprenderse de 3 prospectos al menos. Un precio muy alto por un lanzador que el año pasado no fue ni cerca mejor que Bradish. La única vez que lo enfrentamos se fue sin decisión, permitió 4 carreras, dos limpias y dio 5 boletos. No sé yo si será mejor firmar a un Carlos Carrasco o Alex Wood, que son lanzadores de efectividad algo elevada pero con experiencia en las mayores y notablemente más baratos que un Snell o Dylan Cease. Al final es lo que creo que va a pasar. Uno o dos pitchers baratellis para complementar la rotación.

Y mientras Eduardo Rodríguez firma, Ohtani deshoja la margarita y Juan Soto y Alex Verdugo empacan maletas a Nueva York, nuestros queridos Orioles… firman a Craig Kimbrel… Claaro, es que no tenemos a Félix Bautista que está fuera por la operación Tommy John, es que el bullpen necesita un cerrador de garantías. ¿pero esto qué es? Entiendo perfectamente la decepción. Craig Kimbrel dejó una imagen muy mala al final de la temporada con los Filis.

Hay muchos nombres ahí afuera que “suenan” para los Orioles. Podría ser Michael Lorenzen o Johan Oviedo, el de los Piratas. Buen pitcher el cubano. Bueno, ya puestos a ver, “suena Míchel” que siempre suena cuando un equipo de fútbol en España se queda sin técnico, algún medio suelta lo de “suena Míchel”, ese que se hizo famoso en Colombia por el célebre touching ball en el área cuando Valderrama jugaba en el Valladolid. Los que no sepan de qué hablo que pongan en YouTube Valderrama Míchel y verán de qué les hablo.

Los Rangers ganaron porque tuvieron mucho mejor pitcheo. Un cuerpo de pitcheo bueno te da más oportunidades de ganar un juego. Todos los aspectos del juego son importantes pero el pitcheo siempre va a pesar más. Al menos eso creo yo. Gran parte del éxito de los Orioles en 2023 fue precisamente el pitcheo. Nadie se esperaba que Kyle Bradish tuviera semejante performance y menos aún a principio de año cuando vimos como lo bajaron a AAA porque le estaban dando más palo que a una gata ladrona. Cuando regresó de su paso por el purgatorio de las ligas menores había corregido los defectos que le estaban afectando y fue el Bradish que deslumbró a las grandes ligas. Pasó lo mismo con Grayson Rodriguez.

Hoy vamos a hablar del formato de la post temporada. Y del llanto y crujir de dientes de algunos por lo “malo de este formato” ¿Cuales han sido las quejas más amargas de la forma como se juega la post temporada?

Está claro que fracaso no ha sido este 2023. Pero lejísimos de haber sido un fracaso. Nos daban ganando 76 juegos a principio de año. Somos el antepenúltimo payroll de las mayores solo por encima de Piratas y Atléticos. Nuestra nómina apenas supera los 70 millones de dólares. Los Dodgers, 240 millones de dólares de nómina salieron de la carrera. ¿Seguimos hablando de fracasos? Los Bravos, 206 milllones de nómina, los super hiper mega favoritos: eliminados por los Filis. De los 4 que han llegado a las finales de liga, 3 ganaron 90 juegos cada uno. Los Bravos ganaron 104, Los Orioles 101 y los Dodgers 100. Todos eliminados.

¿Qué pasa con Jacob Webb? El derecho había sido un cerrojo cada vez que salió a lanzar, pero este fin de semana permitió un par de jonrones que fueron determinantes en el destino de los partidos. El sábado fue la tercera carrera de los Rangers. El domingo, un grand salami después de que Bryan Baker, otro que yo mismo había dicho que iba a ser importante en esta serie, hubiese dejado las bases llenas producto de 3 bases por bola. Creo que no veremos más a Jacob Webb al menos en situaciones comprometidas.

Este es el momento de las estrategias. Aquí es donde vamos a ver a Brandon Hyde siendo tan importante como Gunnar o Adley o Mullins porque va a ser él el que cante las jugadas, el que mueva las fichas. El veterano de mil batallas es Bruce Bochy, campeón mundial con los Gigantes en 2010-2012 y 2014, contra Brandon Hyde que quiere ganar su primera, aunque fue parte de los Cachorros campeones del mundo en 2016.

Esos comentaristas son los mismos que convenientemente olvidan que en 2019 los Orioles de Baltimore escogieron en el mismo draft a Adley Rutschman, que estaba cantado como N.º 1… pero también a Gunnar Henderson! Y se dijo que el tanking era una desgracia para el béisbol. Que quedábamos últimos para obtener el mejor prospecto y que por eso teníamos tantos novatos buenos. Hay que recordar que en los últimos años nuestros únicos draft N.º 1 han sido Rutschman y Jackson Holliday. De resto, Grayson fue 1ª ronda, N.º 11 en el general. Jordan Westburg, 1ª ronda, 30 en el general; Heston Kjerstad 1ª ronda, 2º en el general; Kyle Stowers fue 2ª ronda. Colton Cowser 1ª ronda 5º en el general

Ahora que llegamos al final, los comentaristas de twitter sí saltan a decir que no hay ventaja para el que queda primero en la liga. Exactamente lo que yo decía. Y la razón la esgrimía en podcast anteriores donde decía que ventaja para el 1º era jugar contra el vencedor de la llave del 3 contra el 6, es decir Minnesota contra el tercer comodín. Pero no, el mejor de la liga en todo el año tiene que jugar contra los dos mejores comodines. Es injusto. Yo mismo pensaba hasta hace un par de meses, que así serían las llaves porque lo lógico es darle ventaja al 1º, que al fin y al cabo, se lo ha ganado en el terreno.

Tengo clarísimo que desde este momento todo lo que se está consiguiendo es más de lo esperado, por lo que toca disfrutar. Ya sufrimos y hay que ver si sufrimos durante 6 años, desde ese juego perdido en Toronto con un manager, un pitcher y un bateador que ya no están. Son parte de la historia. Showalter, en los Mets. Edwin Encarnación, retirado. Ubaldo, retirado. Ya hemos dejado ese momento atrás. Este año hemos exorcisado esos recuerdos, justo en el momento en el que clasificamos a la postemporada 2023.

Otra vez con dos outs y los Orioles entre la espada y la pared, Rutschman conectó un podridito que apenas pasó al CF y le permitió a Hicks anotar desde 2B. ¿No están ustedes de acuerdo en que estas cosas solo le pasan a un equipo al que hay que llamar “el equipo del destino”? También llaman a esto, la suerte del campeón.

El nativo de Houston podemos decir que hoy se graduó como grande liga al ganar el partido más importante de su carrera hasta hoy. Tenía que ganar. Tenía toda la presión sobre él. Tenía todos los ojos de los que siguen la pelota sobre él. Y no desentonó. Desde el primer lanzamiento ya sabíamos que teníamos un gran abridor para este partido que era clave para las aspiraciones de nuestros Orioles. Que hoy seamos primeros con un juego de ventaja es solo una anécdota. Lo esencial era ganar la serie particular contra los Rays. Era el objetivo y se cumplió. Ganamos la serie y pase lo que pase hoy, seguiremos siendo líderes. Tenemos el tiebreak.

Ayer pensaba que Flaherty llegaría por fin al 6º o 7º. Sigue en la suya sin llegar al 5º. El nivel de confianza en nuestros abridores en este momento yo lo tendría así: 1º Bradish, luego Rodríguez, Kremer, Means y Gibson. A Flaherty lo tengo que sacar de la baraja. Ha sido simplemente decepcionante. La única buena salida fue ante Toronto en su primer juego como parte de los Orioles. No digo que sea mal pitcher, es bueno pero el crédito se le acabó en Baltimore... 7 juegos, 1 ganado 3 perdidos, 7.11 de ERA. ¿Esos son números para un abridor de un equipo contendiente? ¿Tú le pondrías a abrir un juego de postemporada?

Pero hubo cosas buenas también: Bradish lanzó 7 completos. Solo salieron Jorge López y Yennier Canó del bullpen para un inning cada uno. El bullpen está fresco para el resto de la serie. Jonrones de O'Hearn y Henderson para mantener la tendencia en el caso del novato, para recuperar el momento en el caso de O'Hearn. Santander se ponchó 4 veces. ¿Terrible? Anoche fue apenas la 2ª vez en todo el año que se lleva un “golden sombrero”. Cuando eso ocurrió en Toronto el pasado 3 de agosto, en el siguiente partido la botó de jonrón. No digo más.

Este fin de semana es en cierta forma lo que habíamos esperado desde mediados de febrero. ¿Queríamos juegos significativos en Septiembre? Tenemos ante nosotros un play off definitivo, determinante y concluyente. Esta sí es nuestra primera gran final. Aquí vamos a ver si estamos para llegar lejos, mas allá del divisional. Orioles de Baltimore, Rays de Tampa Bay, solo uno puede ser el campeón de la división y lo definimos este fin de semana en Camden Yards.

Pero no pasa nada por caer ante los Cardenales en este partido porque lo realmente importante fue que tuvimos de nuevo abriendo un partido al estelar John Means. Mi mayor preocupación era que Means se sintiera bien, que le viéramos bien en la lomita y la verdad que no me decepcionó para nada su actuación.

De nuevo el bullpen hizo lo que nos tiene acostumbrados. Lanzaron 5 2/3 permitiendo solo 5 hits y dando un boleto y solo dos ponches. La decisión del partido recayó sobre DL Hall, su primer ganado del año, y también trabajaron Jacob Webb, Jorge Lopez, Danny Coulombe y cerró Fujinami que no se apunta salvado porque el juego terminó 11-5. Henderson volvió a sacarla del parque y la defensa esta vez sí estuvo a la altura. Esta vez la atrapada del partido fue para Austin Hays que justo había entrado un inning antes por Ryan O'Hearn que había estado en el jardín derecho.

Sin embargo, el error que nos enterró fue para no creerlo sobre todo por quién lo cometió y en qué posición. Cole Irvin, que había entrado en el 5º por Grayson, en el 6º golpea a McGuire y luego Rafaela se embasa por fielder's choice. Hasta ahí todo normal. Viene Devers que batea rolling por 1B y … la bola por entre las piernas de Ryan O'Hearn a lo profundo del RF pone hombres en 2B y 3B. Habría sido un doble play de libro por la fuerza del roletazo. Y como después del error viene el hit, ese hit fue un vuelacercas de Triston Casas entre LF y CF que puso en la pizarra el score final 7 a 3 a favor de Boston.

Si la asistencia espectacular de Fujinami para el out 41 que cerró el 5º fue importante, el movimiento de Hyde poniendo a batear a Urías en el 9º para enfrentar al zurdo Joe Jacques con dos outs y hombres en 1B y 3B ya fue la guinda del pastel, el summum, el toque del maestro. Urías pone la bola en RF y se trae la que sería la carrera que nos daría la victoria. Era la carrera Nº 13, la de la tranquilidad. Menos mal que los bates estuvieron presentes.