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En lugar de pelear con la persona que amamos, deberíamos aprender a pelear por ella. En esta charla descubrirás una serie de herramientas y consejos comprobados, para pelear por tu pareja. Es imposible no pelear, pero es posible pelear bien.

Las relaciones de pareja son sorpresivamente difíciles. Al principio todo es hermoso y prometedor, pero más temprano que tarde, todo cambia y el romance se escapa dejándonos cansados, frustrados y desilusionados. ¿Cómo mantener una relación de pareja altamente satisfactoria la mayor parte del tiempo? ¿Cómo lograr menos guerras y más amor en la relación más importante de nuestras vidas? Ya sea que estés casado o soltero, en esta serie de charlas, recibirás la inspiración y las herramientas que te motivarán a trabajar de nuevo como un equipo en tu relación y a recuperar la amistad y el romance con tu pareja o tu futura pareja. Sí es posible construir una relación de gran satisfacción.

Bajar de peso, comer más sano, salir de deudas, aumentar tus ingresos y viajar por placer, con más frecuencia, son algunos de los principales propósitos de año nuevo. ¿Qué tienen estas cosas en común? Vos. Si hacés todo esto, el único beneficiado serás vos. En esta época, donde pensamos todas estas cosas buenas, que nos pueden traer beneficio personal, Julio González nos presenta un antiguo paradigma que podría ser nuevo y transformador para nuestras vidas.

El nuevo año representa una oportunidad ideal para trazarnos metas y propósitos. Esta es la época donde pensamos en ser mejores personas. Tal vez esta charla sea exactamente lo que necesitamos para comenzar bien el año con el enfoque y las prioridades correctas.

Dar a luz, en el primer siglo, sin los avances de la medicina y en un lugar lleno de animales, no suena necesariamente como la “noche de paz” que nos recuerda el villancico. Sin embargo, aquellas “noches sin paz” se convirtieron en la mejor historia que jamás se haya contado. La Navidad nos recuerda que Dios usa los momentos más difíciles de nuestra vida, para convertirlos en lo que podría ser, la mejor parte de nuestras vidas.

¿Cuáles son sus más grandes temores? Todos tenemos razones legítimas que sustentan nuestros temores más profundos. La incertidumbre y los problemas a veces nos causan ansiedad, estrés y hasta depresión. En esta charla aprenderemos que sí es posible vivir sin temor, aun en medio de problemas e incertidumbre. Y al intentar vivir de esta manera, el resultado siempre es una vida con mayor paz y tranquilidad.

¿Por qué será que es tan fácil juzgar a la gente que está en desacuerdo con nosotros? Los analizamos y sacamos nuestras conclusiones, y si es necesario, nos distanciamos o los eliminamos por completo de nuestras vidas. La gente que tiende a juzgar, es la gente que también tiende a creer que son mejores que los demás. En esta charla, aprenderemos un principio que puede cambiar, para bien, todas nuestras relaciones.

La mayoría de las religiones tienen largas listas de reglas, mandamientos y dogmas. Esto nos ha condicionado a pensar que, si existe un Dios, su principal interés es restringir nuestras libertades y sabotear nuestra felicidad. Pero al estudiar las enseñanzas de Jesús, encontramos algo completamente distinto. En esta charla, Julio González presenta algunas de las veces que Jesús dijo: “Eso NO se hace”, y nos comparte conclusiones que te pueden sorprender y ayudar.

El materialismo es uno de los principales problemas con el que muchos tenemos que lidiar. Ya sea que tengás ingresos altos o bajos, el materialismo es un problema de amor al dinero y al final, es un asunto espiritual. La Biblia nos habla excesivamente acerca del poder que el dinero y los bienes materiales pueden tener sobre nosotros. Por dicha, en la misma Biblia encontramos un antídoto para este problema. No te perdás esta charla nueva de Openhouse y aprendé como vivir con paz financiera y sin caer en la trampa del materialismo.

Nuestras malas decisiones tienen la capacidad de crear desastres terribles en nuestras vidas. Muchas veces el desastre fue creado por alguien más y nos afecta a nosotros. Lo que sí es cierto es que cuando nos acercamos a Dios nos damos cuenta que Él quiere usar nuestros peores desastres para nuestro propio bien.